miércoles, 23 de octubre de 2013

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA SEMINCI 2013: TERCERA JORNADA

Se puede decir en líneas generales que hoy ha sido el día de los arraigos, de las tradiciones, de los encuentros familiares pero también de los testimonios, de la cultura de un pueblo (el gitano) y del rechazo. 

La primera película dirigida por Yôji Yamada y titulada Tokyo Kazoku (Una familia de Tokio) nos acerca de una manera sencilla, amable y tradicional a veces alegre y otras triste a la historia de dos abuelos que van desde su pequeña aldea en la isla de Hiroshima a la gran urbe de Tokio para encontrarse con sus hijos y nietos que hace tiempo que no ven. Se puede decir que será él último viaje de ellos, donde verán cumplidos sus sueños a pesar que muchas veces no entienden (sobre todo el abuelo) la manera de vivir de uno de sus hijos y cómo puede mantenerse. 

Los distintos personajes que van pasando por la película van trazando cada una de las costumbres y siempre con la idea que es la mujer la servidora de los hombres mientras se arrodilla en el tatami para estar a su servicio de una manera fiel

Desde el abuelo que lleva ya 10 años sin beber y que dio muchos disgustos a su esposa, una abuelita encantadora que sale a jugar con su nieto al parque hasta los hijos (el mayor un importante médico) que no tiene tiempo de estar con sus padres en esos días que van a estar en Tokio, como tampoco una de las hijas muy ocupada con el negocio de la peluquería. 

El que sí tendrá tiempo será el más joven de los hijos, que se dedica a montar escenarios en un teatro de Tokio, trabajo que no entiende su padre pero su madre sí pues comprende que es feliz y sobre todo es una buena persona que ama a los suyos, ama a su novia y a pesar que parece ser que no se lleva bien con su padre al final de la película ante la soledad de su padre comprenderá que también le quiere. 

En definitiva, una película de encuentros familiares con momentos llenos de vida pero otros tristes y es que la vida de cada uno de ellos como la nuestra está marcada. 

Después de esta película de cultura japonesa ya no solamente en la forma de vivir sino también en la forma de sentir y ser a eso de las 19:00 se abrió el telón del Calderón y salieron dos grandes estrellas del cine español que han recibido la Espiga de Oro Honorífica como son José Sacristán y Concha Velasco

De cada uno de ellos se hizo un pequeño homenaje con lo más representativo de sus trabajos tanto en cine como en Televisión. ¿Quién no recuerda "Las chicas de la Cruz Roja" o la serie "Santa Teresa de Jesús" de Concha Velasco o a quién se le ha olvidado "Un hombre llamado flor de otoño" o "Yo me bajo en la próxima y usted" de José Sacristán? Éstos son algunos de sus trabajos pero eran muchos más. Fue una pena que no se terminara de hacer el homenaje proyectando algunos de sus trabajos en lugar de ponernos las cuatro historias (afortunadamente fuera de Concurso) que después de la entrega del Premio a estos dos actores nos pusieron. 

Me estoy refiriendo al "Centro Histórico" cuatro cortos cuya finalidad era bucear en las historias que encierran la ciudad de Guimaräes, la Capital Cultural de Europa del año 2012. 

La primera dirigida por Aki Kaurismäki era dentro de lo cabe la más graciosa ya que se trataba de un camarero que le iba muy mal el negocio, nadie iba a su bar a comer la sopa que cocinaba (sabía a mil demonios) a pesar de las ofertas y todo el mundo iba al bar de al lado e incluso al final él mismo termina yendo a ese bar porque no le gusta la sopa que cocina. 

La segunda dirigida por Pedro Costa es aburrida a más no poder; afortunadamente dura 20' o 25' pero se hacen eternos y se salieron unas cuantas personas. Ventura, VENTURA, VENTURA ¿DÓNDE ESTÁS VENTURA? Estoy aquí. No te vayas Ventura, qué haces Ventura...¿Y quién es ese famoso Ventura?

Bueno, se entiende que fue un soldado que lucho contra el fascismo. Pero la historia toda transcurre en un ascensor de una prisión posiblemente y aunque llega a ser una alegoría de la vida y de la muerte, de la entrega y de la lucha por la búsqueda de la libertad, etc. llega a cansar las auténticas voces en off que se repiten una y otra vez de manera constante. 

El tercer corto dirigido por Víctor Erice  se trata de un testimonio vivo de diversas personas que durante un tiempo, algunos más de 30 años trabajaron en la antigua fábrica de tejido situada en el Río Velez y que hace unos años tuvo que cerrar irremediablemente por la crisis. 

Las distintas personas que aparecen nos van contando en sus testimonios a qué edad tan temprana comenzaron a trabajar en ese lugar y los diversos recuerdos que tienen de ello. 

Y la cuarta historia fue la dirigida por Manoel Oliveira que al principio pensé que iba a ser muy interesante ya que se trataba de una visita guiada en la que un grupo de turistas iba a conocer al primer Rey de Portugal (el gran Conquistador Alfonso Henriques

Pero en lugar de contarnos sus hazañas e intervenciones que dieron a Portugal el convertirse en una nación, no nos aportó nada. 

En fin, cuatro historias que aunque no estaban del todo mal, no entiendo muy bien que pongan esto en la Sección Oficial  salvo que sea para rellenar hueco. Eso sí, no entraban a Concurso. 

Y el día ha terminado con Papusza película polaca dirigida por Joanna Kos-Krauze y Krzysztof Krauze que se ha estrenado en la SEMINCI a pesar que aún no en Polonia. 

Esta película nos acerca a las tradiciones, costumbres y arraigos de la cultura gitana. Una cultura donde allá por los años 50 e incluso antes preferían vivir a su manera y no seguir ninguna orden; donde los gitanos viajaban en caravanas, no querían hospedarse o tener ninguna casa donde vivir, donde los hombres eran los inteligentes, los que mantenían a las mujeres y a los hijos; eran los que trabajaban, los que decidían y ellas eran las incultas, las que no sabían leer y las que solamente servían para obedecer a sus maridos y para las tarea del hogar. 

Pero cada uno de ellos conocía su rol perfectamente y eran felices y les gustaba la música, y les gustaba tocar en las plazas de los pueblos, en los diversos lugares y sobre todo lo que no aguantaban eran que llegasen unos payos dando órdenes y estableciendo las leyes.

Sin embargo, todo este respeto que tenían entre ellos (ya se sabe lo que pasa en los hospitales cuando enferma uno) se vio roto por Papusza, la primera mujer de etnia romani que se adelantó en el tiempo pues fue la primera que allá por los años 30 quiso aprender a leer y no solo eso sino que dio sus poemas a un escritor payo que los publicó. 

Poemas que hablaban de las tradiciones gitanas y ese secretismo que durante más de 500 años tenía guardado ese pueblo fue la condena de la pobre mujer por parte de los suyos, por parte del pueblo gitano que la rechazó y que durante varios años estuvo encerrada en un hospital como si hubiese perdido la razón. 

Una película que a pesar de ser en blanco y negro me ha gustado porque nos ha dado a conocer la figura de la primera poetisa gitana Papusza que fue repudiada por su propia comunidad pues decían que estaba maldecida por el demonio (el payo que publicó sus poemas)  y por tanto, terminó los últimos días de su vida pobre y sola. Lo que son las cosas.

Les dejo con la banda sonora de la película que aunque comenzó con alegría terminó con la tristeza de esa mujer llamada Papusza




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