martes, 8 de abril de 2014

MIS CRÍTICAS CINEMATOGRÁFICAS: OCHO APELLIDOS VASCOS

FICHA TÉCNICA



Título original
Ocho apellidos vascos
Año
2014
Duración
98 min.
País
 España
Director
Emilio Martínez-Lázaro
Guión
Borja Cobeaga, Diego San José
Música
Fernando Velázquez
Fotografía
Gonzalo F. Berridi, Juan Molina
Reparto
Dani RoviraClara LagoCarmen MachiKarra ElejaldeAlfonso SánchezAlberto LópezAitor MazoLander Otaola
Productora
Lazonafilms / Kowalski Films / Telecinco Cinema
Género
ComediaRomance | Comedia romántica
Web Oficial
http://www.lazona.eu/html/cine/8apellidos.html

Mi valoración: Notable

CARICATURA HUMORÍSTICA

¿Qué es mejor una película que la consideremos buena o una que digamos que es entretenida? En principio, si a estrellas calificativas nos referimos diremos que tiene más valor lo primero que lo segundo ya que muchas veces acuñamos el término entretenido cuando decimos: “Esta película no está mal, se deja ver al menos es entretenida”. 

Sin embargo, el fenómeno social causado por “Ocho apellidos vascos” que ha tenido tanto éxito en la taquilla española barriendo a todos los demás estrenos incluidos al Capitán América y que ha sido dirigida por Emilio Martínez Lázaro que ya hace unos años también cosechó un gran éxito gracias a “El otro lado de la cama” y “Los peores años de nuestra vida” es algo que más allá que tenga como objetivo que el público se lo pase bien durante algo más de hora y media desde el punto de vista totalmente desenfadado podemos reseñar que se trata de una parodia o una exageración a modo de tragicomedia de la vida misma. 

Porque sí, esta película queridos espectadores como dirían los vascos es la hostia ¡Jo tío! Vete a verla, te vas a partir de risa, es divertidísima y tiene unos golpes muy buenos. 

Golpes de humor, que por otra parte reflejan el modo, las costumbres, las raíces, la vida, la forma de ser y de pensar de dos sociedades, dos culturas muy diferentes, muy contrapuestas pero que por supuesto, no podemos creer que los andaluces se pasan toda su vida sin dar golpe y bailando en los tablaos flamencos o que los vascos son tan rudos que lo único que saben hacer es levantar piedras y jugar a la pelota vasca. 

Geniales están todos los actores desde el padre Koldo (Karra Alejalde) que aunque parezca una persona tosca al final iremos descubriendo su sensibilidad, pasando por la chica joven vasca Amaia (Clara Lago) que no quiere saber nada en principio del tipo andaluz Rafa (Dani Rovira) que llega a su tierra desde Sevilla totalmente engominado y que lo único que le importa es el Betis y conquistar a las mujeres pero que luego por circunstancias o enredos de la vida tendrá que hacerse pasar por vasco, adoptando el nombre del antiguo ex novio de la chica Antxon seguido de ocho apellidos vascos a cada cual más conocido para conseguir una buena reputación y éxito entre los habitantes de ese pueblo de las Vascongadas.

Por no olvidar por supuesto, a la que se hace pasar por madre Anne (Carmen Machi) o a los amigos que desde Andalucía llegan para rescatarlo cuando ven por televisión que su querido Rafa se ha metido en un embrollo y es un radical independista capaz de mover a masas y de alterar a la policía. 

Pero todo lo que se ve en ella, está tratado de una manera totalmente fina como si fuese una verdadera farsa costumbrista del panorama de la vida misma, como si en verdad estuviéramos formando una caricatura humorística elegante de los distintos tópicos de dos pueblos como son el andaluz y el vasco. 

Ahora bien, voy a ir más allá, imagínense que está película que ha causado auténtico furor en taquilla y que de boca en boca se ha convertido en uno de los mejores estrenos del cine español de todos los tiempos, se hubiera realizado cuarenta o cincuenta años atrás y que en lugar de estar protagonizada por Dani Rovira, Clara Lago, Carmen Machi o Karra Alejalde algunos de ellos más conocidos por series de televisión pero que aquí forman un cuarteto excepcional, lo estuviera por algunos de los siguientes: José Luis López Vázquez o Pepe Isbert como el padre, Alfredo Landa como el chico andaluz, Paco Martínez Soria como uno de sus amigos y Gracita Morales como la chica vasca; entonces estoy seguro que usted se hubiera muerto a lo Martes y Trece de risa. 

Pero aunque no haya sido así, aunque nos hemos tenido que trasladar a los tiempos actuales debemos ser conscientes que de vez en cuando, es bueno que nos transmitan un sentido actual de la vida a modo de hipérbole como ya nos lo hizo saber en el XVII el gran Francisco de Quevedo y su famosa poesía en homenaje a Luis de Góngora “Erase un hombre a una nariz pegado” y es que aquí podríamos empezar esta historia divertida, grandilocuente, entrañable, y miles de adjetivos más que se podrían poner contando chistes sobres vascos y andaluces.

En definitiva, si usted se quiere reír a carcajada limpia o al menos salir con una sonrisa en la boca véala ya que estoy seguro que no se arrepentirá. Es más, si tiene entre sus amistades a un vasco o a un andaluz que le acompañe ya que estoy seguro que al igual que usted saldrá del cine muy feliz ya que habrá visto reflejado de forma irónicamente perfecta los distintos estereotipos como son la fama de brutos o exagerados de los vascos o el carácter festivo andaluz.

Por tanto, a la pregunta ¿Está película es buena? No, está película es… ¡Jo tío! Es la hostia…Es la mar de divertida…Es un auténtico cachondeo de la vida misma…Es totalmente graciosa, ocurrente y original. 

Eso sí, lo que vale es la primera vez, luego aunque se hagan otras parodias sobre catalanes, gallegos, canarios, asturianos o castellanos me temo que no tendrá tanta gracia. Por ello, quédense con esta primera vez y disfruten a lo grande de “Ocho apellidos vascos”.




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