lunes, 30 de septiembre de 2013

CAMINANDO HACIA LA SEMINCI: REFLEXIÓN E INVITACIÓN

Ya no hay imaginación, ya está todo el pescado vendido, cualquier tiempo pasado fue mejor, son diferentes expresiones que si las trasladásemos al mundo del cine diríamos que ya no se hacen películas como antes. Es verdad, y no lo voy a negar, que tengamos una cierta nostalgia en los recuerdos de las películas clásicas y por supuesto, en el elenco de directores, actores y actrices que encumbraron las pantallas del cine allá por los años 30 hasta el 60. 

Fue sin duda, la época dorada del cine americano un cine contador de historias bellas que despertaron la curiosidad, el drama, los sentimientos, los romances e incluso la intriga de todos los espectadores que por entonces disfrutaban de esas historias tan vivas. Y por supuesto, la de todos aquellos cinéfilos que fuimos descubriendo en nuestros años de juventud la gallardía, el temperamento, la clase, la valentía y la calidad de esos actores algunos de la edad de nuestros padres y otros mayores y ya fallecidos que envolvieron nuestro corazón y nuestros sentimientos con sus magníficas interpretaciones. 

Porqué digamos ¿Quién no recuerda a James Stewart en "¡Qué bello es vivir!" a Ingrid Bergman y Humphrey Bogart en "Casablanca"; a Gregory Peck en "Matar un ruiseñor" o a Audrie Hepburn en "Vacaciones en Roma"? Pero no solo esos, podríamos hacer una lista muy extensa si por ejemplo nos detuviésemos en muchas de las películas de John Ford, Alfred Hitchcock, John Huston, Frank Capra, Joseph L. Mankiewicz, Billy Wilder y por qué no en las de Charles Chaplin; directores, actores y actrices había para parar un tren y no nos importaba ver varias veces la misma película aunque ya supiésemos como iba a terminar la historia.

Esas películas están en nuestros recuerdos pero no solo ese cine americano que se exportó al mundo tenía calidad e incluso credibilidad puesto que sin pasar de nuestras fronteras aquí en España contábamos con dos grandes directores como eran Luis García Berlanga con su "El verdugo" por decir un ejemplo y el gran Pepe Isbert y con Juan Antonio Bardem y su película cumbre "Muerte de un ciclista".

Y claro está hay muchos más pero no se trata de hacer una lista infinita de las mejores películas extranjeras y españolas de la historia del Cine ya que a lo mejor nos acordaríamos en un primer momento de poner a "Eva al desnudo""El Padrino", "Espartaco", "Centauros del Desierto", "Tiempos Modernos", "El apartamento", "Crimen perfecto"; entre las españolas "Atraco a las tres", "Bienvenido Mister Marshall" o "Los Santos Inocentes" y por decir una italiana de la época del Neorrealismo "Ladrón de bicicletas" de Vittorio de Sica y sin embargo, nos olvidaríamos por ejemplo de "Ninotscka" con la gran Greta Garbo o de "El hombre tranquilo" con las magníficas interpretaciones de John Wayne y Maureen O'Hara bajo la batuta del gran maestro John Ford.

Teniendo en la mente esas producciones cinematográficas nos podemos preguntar ¿Hay hoy en día alguna película que haga que produzca en nosotros el placer de verla de nuevo después de haberla visto? Sinceramente creo que hoy eso es muy difícil y lo malo es que se van agotando dos factores fundamentales el buen guión y la capacidad de interpretación. Y es que en la actualidad resulta curioso, salvo excepciones que siempre hay como por ejemplo "Cisne negro", "El discurso del Rey", "Gran Torino" o "Infiltrados" o por citar alguna europea pues no podemos olvidarnos de "The Artist", "La vida de los otros" o "Intocable" pero por mucha calidad que tenga una película del tiempo actual cuando nos detenemos en recordar, siempre nos viene a la cabeza las del pasado.

Una vez dicho esto, entonces podríamos pensar si en la época actual no hay películas buenas que nos llegue al corazón o que mismamente nos cautive. Decir que no, sería ser muy radical pues no todo lo anterior fue lo mejor ni tampoco todo lo de ahora no merece la pena; lo mejor es la búsqueda del equilibrio perfecto aunque eso sí, la balanza de lo bueno se inclina más a favor de lo clásico que de lo moderno; al menos esa es mi modesta opinión.

Pero no solamente en el cine sino que todo esto lo podríamos trasladar a otros estamentos del mundo del arte como la música, la pintura o la literatura y que en realidad entre la mayoría del público gusta más una obra renacentista del siglo XV o barroca del XVII por poner un ejemplo que una obra de arte conceptual,  minimalista o las últimas tendencias tecnológicas del arte actual. Eso sí, debemos abrir nuestras mentes y no quedarnos anquilosados solo en lo clásico sino descubrir lo moderno pues también encontraremos cosas bellas en ello.

Pero volviendo al mundo del cine pues en este blog es de lo que se trata, de otro tipo de artes ya escribirán los entendidos en sus blogs aunque siempre el cine ha formado parte del Arte, me viene a la mente otra pregunta. ¿Por qué el cine americano a pesar de ya no vivir su época gloriosa sigue dominando? La respuesta es bien sencilla y es que cuando se estrena una película americana tiene a su favor la gran publicidad que le dan, que lo hace en muchas salas comerciales y que por norma general suelen ser las más taquilleras al tener un gran número de copias y eso a pesar que a lo mejor sea simplemente un remake o una copia de una película europea que posiblemente sea mucho mejor. 

Sin embargo, con el cine europeo (incluimos también el español) es diferente, todo cuesta más y la lucha por sobrevivir, por llegar a los cines, por mantenerse al menos una semana en lo alto de la taquilla y sobre todo lograr que se hable de ella y no del último estreno americano que seguramente sea una invasión de monstruos o maquinas contra la Casa Blanca o de zombis contra la ciudad de Nueva York. Eso sí, siempre se pensará que el cine americano es mucho mejor aunque es fácil decir eso sobre todo teniendo en cuenta que a lo mejor en un año llegan a nuestras pantallas 200 películas americanas y 10 europeas con esa proporción es muy factible que sea cierto.

Sin embargo, hay una pequeña esperanza y que gracias a los Festivales Internacionales de Cine como el de Cannes o el de Berlín o gracias a los de España tan importantes como el de San Sebastián o por supuesto la Semana Internacional de Cine de Valladolid sin olvidar claro está el Festival Español de cine de Málaga tenemos en unos días concretos la posibilidad de ver un cine más europeo, más español pues ya tendremos el resto del año tiempo para ver las películas americanas y los diversos triunfos obtenidos en las galas de los Globos de Oro y en los Oscars.

Nunca he asistido a Festivales de cine como el de Cannes, Berlín o el de San Sebastián pero sí llevo muchos años viendo películas de la SEMINCI en la que se apuesta por un cine más social y comprometido con la vida misma, en la que muchas veces su objetivo es la transmisión de los distintos valores de la sociedad o de la humanidad e incluso en los primeros años de sentimientos religiosos bajo la maestría de Ingman Bergman aunque poco a poco se ha ido perdiendo la esencia de ellos; en la que no se alardea de fantasías o de aventuras cómicas aunque de vez en cuando ponen una pequeña chispa de humor y eso es bueno en estos tiempos actuales tan duros que corremos; un cine que nos enseña, un cine que a través de distintas historias de sus personajes nos transmiten un pequeño aprendizaje y que nos hace reflexionar o mejor dicho pensar; un cine marcado con un carácter propio, un cine personal e intimista, un cine donde la trayectoria de sus directores, actores y actrices sea menos conocida sobre todo los que llegan por primera vez a la Seminci porque sí ahora todo el mundo conoce a Brad Pitt pero ¿Quienes sabían de él cuando fue presentado en la edición de la Seminci en 1991? Pues bien, por entonces lo conocían sus amigos y en su casa a la hora de comer.

Es por todas estas razones y por muchas más por las que yo a usted querido espectador le invito a que venga del 19 al 26 de octubre de este año a Valladolid y que con sus amigos, su familia, su pareja, etc. disfrute de la intensidad de las diversas historias que nos muestra la Seminci sean estas alegres o tristes; le gusten más o menos; sean de su agrado o no porque no hay nada perfecto pero venga a la Seminci pues ya tendrán tiempo de ver otro tipo de aventuras más fantásticas; viva en un mundo real y observe como puede aprender y descubrir muchas cosas y es que ya lo decía el cantautor Luis Eduardo Aute cuando cantaba: 

"Cine, cine, cine,
más cine por favor,
que todo en la vida es cine
y los sueños,
cine son."

BIENVENIDOS A LA 58 EDICIÓN DE LA SEMINCI


1 comentario:

  1. Dedicado a todos mis seguidores del blog y amantes del Cine

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